Ahora que por fin parece que se está acercando el calor, después del inciso lluvioso que tuvimos a mediados de mayo, queremos proponerte una serie de consejos de cara al verano para evitar que nos coja a traición un resfriado y nos arruine las vacaciones.
Cuidado con el aire acondicionado
Cuando el calor aprieta el primer movimiento que hacemos todos es encender nuestro aparato de Aire Acondicionado y, si bien en un primer momento nos calma, no es bueno tenerlo conectado durante tiempo prolongado. Lo más recomendado son 24º así que, una vez que la habitación adquiera una temperatura adecuada, es aconsejable apagarlo unos minutos. Con esto, además, evitaremos que se nos reseque la garganta y tengamos problemas de salud posteriores.
Las bebidas edulcoradas con gas
Abrir el frigorífico para sacar un refresco gaseoso frío es también algo muy típico en estas fechas pero no es lo más propio. Por norma general, las bebidas de este tipo no sacian la sed y, al contener azúcares, provocan que nuestra sudoración aumente y tengamos mayor sensación de calor por lo que, lo ideal, sería tomar un vaso de agua o tener preparada en la nevera una buena jarra de limonada casera. Si, por otro lado, el cuerpo nos pide algo dulce, es mucho más sano que tomemos una tajada de melón o sandía que, además de refrescarnos, calmará esa sensación de tomar algo con azúcar.
¡Ojo con las bebidas extremadamente heladas!
En cuanto llega el calor, la zona del botellero de nuestras neveras parece una bodega con todo tipo de bebidas. Los refrescos de Cola, las latas de cerveza, las botellas rellenas de agua, se diría que en cualquier momento van a aparecer 60 invitados para una fiesta improvisada y no nos van a coger con la guardia baja. Sin embargo, no es bueno beber nada más servirnos el vaso ya que, el contraste de temperaturas al que sometemos a nuestra garganta al ingerir un líquido que suele estar a 4º – 6º (temperatura aproximada de un frigorífico), puede irritar nuestra garganta y crearnos un malestar que nos dure hasta días enteros. Por eso, antes de tomarla, es importante bien dejar unos minutos nuestra bebida a temperatura ambiente una vez servida o bien mezclarla con otra que no provenga de la nevera para lograr una temperatura más agradable.
Trabajar o hacer ejercicio al aire libre
Aquellas personas que tengan trabajos al aire libre (construcción, jardinería o socorrista, sin ir más lejos) y los que disfruten haciendo ejercicios físicos (running, tabla de abdominales o, simplemente, pasear en bicicleta) deben aumentar considerablemente la ingesta de líquidos. Si, durante el resto del año, nos repiten una y otra vez lo sano que es beber hasta dos litros de agua, en verano hay que hacerlo más a menudo y en mayor cantidad.
¿A qué hora es conveniente tomar el sol?
Tomar el sol entre las 12 de la mañana y las 16 de la tarde es lo menos indicado para nuestra piel. En esas horas lo más conveniente es resguardarnos bajo una buena sombra. Importante también la protección solar: debemos aplicarla media hora antes de tomar el sol y, cada 2 horas aproximadamente, además de volver a usarla si estamos entrando y saliendo de la piscina.