¿Sabías que las fresas contienen más vitamina C que las naranjas? Por su apariencia llamativa y dulce seguramente ni te lo imaginabas, pero la fresa se trata de un alimento indispensable en nuestra alimentación. Rica en fibra, vitaminas y minerales, resulta un alimento muy bajo en calorías, además de poseer fitonutrientes que nos protegen frente a enfermedades. Una fruta que los niños adoran y con la que conseguiremos, no sólo hacerles felices, sino también ofrecerles un alimento nutricionalmente completo que favorece a su desarrollo físico y mental.
A decir verdad, las fresas son un falso fruto del fresal (Fragaria vesca L). Los verdaderos frutos son esos «granitos» que vemos sobre su superficie, llamados aquenios. Es una fruta típica de zonas húmedas y climas templados como el nuestro y es en primavera cuando llegan a su momento de esplendor. Por eso os queremos animar a utilizar este dulce producto de la temporada para añadir a vuestras recetas y postres durante esta primavera.
Propiedades nutricionales
Como os comentábamos, las fresas apenas aportan calorías (30 kcal/100 g). Son una excelente fuente de vitaminas antioxidantes, vitamina C, betacarotenos, ácido fólico y vitamina E, propiedades ideales en las etapas de desarrollo. Por ello resultan una muy buena opción para los desayunos y meriendas de los niños.
No hay duda que las fresas son la fruta preferida de nuestros pequeños, por eso es bueno que como padres, sepamos las grandes cualidades que poseen. Contienen agua en elevada cantidad, hidratos de carbono en proporción moderada, calcio, hierro y potasio y cantidades mínimas de proteínas grasas. Así mismo son una buena fuente de fibra alimentaria, por lo que facilita el tránsito intestinal, evitando el estreñimiento en los pequeños. En su composición están presentes una serie de sustancias no nutricionales que, sin embargo, realizan interesantes y saludables acciones sobre el organismo.
Sus enormes cantidades de vitamina C estimulan el sistema defensivo y reparan los tejidos del cuerpo, así como también mantienen las encías y los dientes sanos, esencial en la etapa de desarrollo durante la cual se produce el cambio hacia la dentición definitiva.
Como curiosidad, su color es debido a la presencia de unos pigmentos vegetales llamados antocianos que, además, también son responsables de sus propiedades antioxidantes. Al mismo tiempo son diversos los ácidos orgánicos que contienen como ácido salicílico y oxálico.
Y no olvidéis que para el correcto desarrollo orgánico de los niños los organismos oficiales de salud recomiendan el consumo diario de aproximadamente cinco raciones de frutas y verduras al día.