Siempre estamos muy ocupadas con todo lo que nos rodea (trabajo, niños, casa, pareja…) y apenas tenemos tiempo para dedicárnoslo a nosotras mismas, a cuidarnos y mimarnos. Y seguramente la última parte del cuerpo a la que le prestamos atención es a nuestras manos. Durante el invierno las manos sufren, especialmente por el frío y la sequedad, y ahora que se acerca la primavera debemos acordarnos un poco más de ellas y darles la importancia que se merecen. Recordad que nuestras manos son nuestra carta de presentación y aunque no lo parezca dicen mucho de nosotras, sobretodo en una primera impresión.
¿Cuántas veces nos hemos topado, cuando nos presentan a otra persona, con unas manos ásperas? Es algo que sinceramente no es nada agradable, por ello si queremos dar una buena impresión a través de nuestras manos, vamos a tener estos detalles en cuenta:
- Para empezar, la clave es exfoliar las manos al igual que cualquier otra parte de nuestro cuerpo. Debemos retirar las células muertas, en el caso de las manos, debemos hacerlo mínimo tres veces a la semana. Una receta casera y muy funcional es usar un poco de azúcar con crema o bien avena y miel, realizando suaves masajes de 5 a 10 minutos y posteriormente retirar con agua tibia.
- El siguiente paso es hidratar. Además de ser indispensable para la piel, una correcta hidratación ayudará a que las manos estén mucho más suaves. Para ello, no es suficiente hacerlo una vez al día, lo ideal es llevar un frasquito de nuestra crema favorita en el bolso y realizar varias aplicaciones a lo largo de la jornada, y si contiene vitamina E y glicerina, mejor que mejor. En este sentido os recomendamos usar la gama de cremas de manos Juliette Crowe, ideales para cualquier tipo de piel.
- No debemos olvidar protegerlas. Las manos son una de las zonas del cuerpo que están más expuestas al sol. Si queremos evitar arrugas prematuras, manchas y otros efectos nocivos del sol, debemos aplicar un buen protector solar.
- Los distintos procesos hormonales que padecemos las mujeres, juntamente con la exposición al sol, provoca que nos salgan manchas en las manos. Para procurar minimizarlas os aconsejamos frotarlas dos noches a la semana con un poco de limón y usar crema de concha de nácar una vez al día, con lo que ayudaremos a disminuirlas.
- Debemos evitar las manos frías y enrojecidas. Os aconsejamos que realicéis ejercicios muy fáciles que mejorarán vuestra circulación. Por ejemplo, cerrar las manos haciendo puño, seguidamente abrir las manos separando los dedos lo más que podáis, hacerlo 10 veces seguidas. Este ejercicio lo podéis repetir a lo largo del día varias veces.
- Usar guantes dentro de lo posible, cada vez que nuestras manos estén expuestas al frío.
- Después del lavado de manos, debemos secarlas bien, especialmente entre los dedos.
- Es recomendable no usar agua demasiado fría o caliente, lo mejor es lavarse las manos con agua tibia.
- Para fregar la vajilla o ropa lo mejor es usar siempre guantes de goma.
- También es importante relajar las manos después de nuestra jornada de trabajo. En este sentido podéis ponerlas en un recipiente con agua ligeramente caliente durante diez minutos. De esta manera, además de notar un alivio agradable ayudaremos a aflojar esas pielecitas alrededor de las uñas que queremos retirar.
- Para terminar, para tener una manos bonitas, no debemos olvidarnos de la uñas. Si por cuestión de tiempo no podemos hacernos una manicura completa, basta con tener las uñas limadas y aplicar esmalte transparente, después pasar un lápiz blanco bajo las uñas para conseguir un aspecto limpio y delicado.