La población mundial cada vez se mueve más y a lugares más exóticos, especialmente en la época veraniega. Es por ello que se hace necesario tener más información sobre las recomendaciones que se realizan para el mantenimiento de la salud allá donde vayamos (alimentación, vacunas, clima…).
Una cuestión a tener en cuenta es la salud con la que partimos desde casa: sería recomendable realizar una visita al médico para que nos haga una revisión y plantearle el destino al que vamos por si hay algún protocolo sanitario a seguir. También resulta oportuno considerar la contratación de algún seguro médico dependiendo del lugar dónde vayamos.
Otra buena recomendación es obtener información sobre la climatología para llevarnos un buen calzado y ropa adecuada. Tengamos en cuenta que los ancianos y niños requieren de cuidados especiales que también deberemos contemplar.
Las condiciones de alimentación que vamos a encontrar en el destino también son importantes y debemos prestar atención especialmente a: la existencia de agua potable, los alimentos semicocidos o crudos, el consumo de bebidas no embotelladas y la repostería y los helados por su fácil contaminación.
Otras formas de contacto pueden representar riesgos importantes de los que debemos informarnos, como por ejemplo tocar ciertos animales, enfermedades de contacto sexual, baños en según qué ríos o lagos, etc.
También debemos informarnos sobre las vacunas que se recomiendan para determinados países, teniendo en cuenta que algunas de ellas deben administrarse con antelación de un mes. Además es importante informarnos de los medicamentos que pueden ser necesarios en cada zona que vamos a visitar. Hay que tener en cuenta que en algunos casos hay medicamentos que continuaremos tomando igualmente a nuestro retorno al hogar durante un plazo de tiempo (por ejemplo, para el paludismo).
Algunas enfermedades se manifiestan al cabo de un tiempo de la realización del viaje, por lo que hay que estar atentos a cualquier síntoma que tengamos de vuelta a casa.