Cuando tu perro tiene las orejas largas debes saber que eso significa una preocupación extra en su cuidado, porque son más propensos que otras razas a desarrollar una otitis.
La otitis la provocan bacterias y hongos, que alcanzan el oído del perro y lo infectan. Las altas temperaturas del verano, unidas a la humedad tras los baños, forman las condiciones óptimas para que estos microorganismos puedan crecer sin control en el interior del oído y produzcan una infección, que si no es tratada a tiempo, puede derivar en la sordera del perro. Es por ello que hay que extremar la precaución durante esta época del año ya que es cuando estas infecciones son más frecuentes.
Síntomas a tener en cuenta:
- Un exceso de cera en los oídos del perro es uno de los signos que avisan de que nuestro peludo compañero sufre una infección de oídos.
- La otitis también suele producir un olor desagradable e intenso.
Pero, además, conviene estar atentos a otras señales:
- ¿El can agita la cabeza con insistencia como si tratara de sacar agua de sus oídos, aunque no se haya mojado? ¿El animal se queja dolorido cuando acariciamos la parte trasera de sus orejas? Si la respuesta a estas preguntas es afirmativa, conviene acudir al veterinario, ya que es probable que padezca otitis. La inflamación auditiva ocasiona molestias y picor al perro, por eso cuando un animal sacude la cabeza o se rasca sus orejas con demasiada frecuencia será casi seguro que tenga una afección auricular.
- Cuando la infección es más grave, el can comienza a caminar con la cabeza ladeada hacia el oído afectado. En fases muy avanzadas, suele caerse por la pérdida de equilibrio.
Trucos para proteger a nuestros perros de la otitis en verano
- Contra la otitis, hay que secar bien los oídos del perro después de cada baño en la playa, la piscina o tras el aseo. La humedad hará que los hongos y bacterias se reproduzcan e infecten los oídos.
- Proteger los oídos del can durante los baños. Unos sencillos tapones de algodón bloquearán la entrada de agua.
- Las espigas: Al empezar el calor van apareciendo distintas hierbas y malezas, y entre ellas germinan conjuntos de la temible espiga, que se desprenden de la planta según ésta se seca, ya sea por el viento o por el roce de nuestro paso o el de nuestras mascotas. Algo que nos parece tan natural puede ocasionarle a nuestro perro más de un inconveniente. Pueden provocarle otitis cuando se adhieren y entran en los oídos. Para prevenirlo, conviene recortar con cuidado el pelo alrededor de las orejas del animal y revisarle tras los paseos.
- Los canes de orejas largas y colgantes son aún más propensos a las infecciones de oídos, ya que el aire circula menos. Estos peludos amigos, en consecuencia, necesitan aún más cuidados contra la otitis.
- Aplicar el tratamiento adecuado para la otitis del perro es una de las claves para que la infección del oído desaparezca sin provocar mayores daños. Esto significa que, ante estos síntomas, es recomendable realizar una pronta visita al veterinario.