La relación entra la dieta y el acné ha sido siempre un tema muy recurrente, entre la leyenda urbana y la experiencia personal, con más habladurías que evidencias en cada una de esas conversaciones. El caso es que aunque parece un tema trivial, ha sido estudiado desde el punto de vista científico.
Las alergias alimentarias son la causa común de brotes de acné. A diario en nuestro cuerpo se producen continuas reacciones químicas que liberan gran cantidad de toxinas debido a nuestra alimentación. Esto conduce a la inflamación de la piel la que resulta en poros bloqueados, causando el acné.
Echemos un vistazo a algunos de los alimentos más comunes que causan este problema:
Productos lácteos: Los investigadores sostienen que los productos lácteos pueden tener un efecto negativo sobre la piel. Según se ha comprobado la leche contiene precursores de la testosterona (sustancias que utiliza nuestro cuerpo para sintetizar esta hormona) contribuyendo a la formación de sebo. Ten en cuenta que no todas las personas que consumen leche tienen este problema, pero es apropiado no consumir excesivamente este producto, uno de los alimentos más relacionados con el acné según los investigadores.
La carne roja: Las proteínas animales no se digieren fácilmente, en comparación con los vegetales. Los productos residuales que quedan después de su digestión pueden liberarse a través de la piel y como consecuencia, hacer brotar el acné.
Los huevos: El huevo es uno de los alérgenos alimentarios más populares que puede llegar a causar acné. La yema de huevo se considera la más problemática. Por lo que los consumidores del huevo todavía se pueden alimentar de este producto usando la clara de huevo.
Los alimentos procesados: Estos alimentos contienen una gran cantidad de conservantes y aditivos que no son para nada adecuados para tu piel, contienen toxinas que pueden provocar los brotes de acné. Los edulcorantes artificiales también pueden ser peligrosos para una piel propensa al acné.
Los alimentos a base de granos: Estos alimentos se convierten fácilmente en azúcar una vez consumidos, lo que los hace inadecuados para una piel propensa al acné. La dieta occidentalizada es de alta carga glucémica (con una importante presencia en ella de dulces, cereales refinados y azúcares simples). La hipótesis fisiológica se basa en que una dieta así, produciría una cascada hormonal que desencadenaría una producción de sebo en la piel. Muchas bacterias y parásitos que causan el acné y erupciones en la piel se alimentan de ellos. Así que trate de evitar los productos hechos de cereales, como pan, pasta, galletas, etc.
Alimentos que contienen cafeína: La cafeína se encuentra en alimentos como el café, el té y otras bebidas de cola, se sabe que estos alimentos causan acné. La cafeína aumenta la producción de hormonas y puede conducir a graves brotes de acné.
Deshaciendo tópicos: ¿El chocolate produce acné?
Probablemente es la gran pregunta que se hace todo el mundo y uno de los grandes tópicos en lo que se refiere a la proliferación del acné. Un estudio que se hizo en los años 60 desveló que el chocolate en estado puro no causa el acné. En este estudio se analizaron dos grupos de personas: a uno se le administró 10 veces más chocolate que al otro en una barrita. Tras un mes, no se encontraron diferencias entre los dos grupos. Muchas de las observaciones extraídas de este estudio señalan que en aquella década no era tan común encontrar chocolate con leche, que sí que parece tener una clara relación con el acné.
Se puede deducir por tanto que el cacao en sí no predispone a la aparición de acné, sino a los ingredientes lácteos que pueda contener o al azúcar añadido. Con lo cual si queremos comer chocolate mejor consumirlo sin leche.
En resumen, mantenerse alejado de los alimentos que causan el acné te puede ayudar a preservar una piel sana y brillante. Además, debes comer muchas frutas frescas y beber suficiente agua para ayudar a eliminar las toxinas de tu cuerpo.
Los ejercicios regulares y una dieta bien equilibrada son la clave para una piel brillante y hermosa.