Calientas leche o agua, añades unas cucharaditas, mueves bien y ¡listo! Así de fácil es prepararse un café. Un capricho cómodo y muy asequible. Podrás tener café soluble siempre listo en casa.
En el mercado, encontramos muchas opciones diferentes a la hora elegir un buen café: molido, en grano, en cápsulas… y el clásico café soluble de siempre. Gustos aparte, ninguna de las opciones puede competir con el café soluble en cuanto a comodidad.
Puedes llevarlo contigo a cualquier lugar y no genera ningún residuo. Otra ventaja es la rapidez con la que te lo puedes preparar: con la leche o el agua ya caliente, solo son necesarios unos pocos segundos para degustarlo, ya sea en su versión clásica o descafeinada.
Solo Café
Y puestos a hablar del café soluble, deberíamos empezar rompiendo un falso mito, el que dice que este producto es de menor calidad que el resto de las opciones. El café soluble es 100 % café. Así de fácil. Una vez el café tostado y molido está listo para su consumo, se infusiona para, posteriormente, retirar todo el agua a través de diferentes métodos, lo que acaba dándoles ese aspecto característico. Por eso, al añadir un poco de agua (o líquido, como la leche) se recompone de nuevo, con todo su sabor y la misma textura que un café recién hecho.
En este proceso, no se añade ningún producto químico ni ningún otro que le dé sabor o haga más fácil luego su consumo. En todo el bote de café soluble solo hay eso: café.
Además del café clásico, alteza también cuenta con la versión descafeinada o con cereales
No solo en taza
La gran ventaja del café soluble no solo puede verse a la hora de preparar el café del desayuno o la sobremesa, también como una opción ideal para preparar recetas que incluyen café. Sobre todo, los postres, en los que se suelen empapar bizcochos o se acompaña a otros sabores, como la nata o las cremas. Aunque, si amas los sabores fuertes, puedes atreverte con algunas recetas saladas, como el solomillo al café o el pollo encebollado con salsa de café.
Envases sostenibles
Buenos por dentro y por fuera: con el consumo de los cafés solubles alteza se reduce el impacto en el medioambiente, porque sus envases están compuestos por plásticos reciclados. En el caso de estos cafés solubles, el 30 % proviene de plástico PET.
¿SABÍAS QUE…?
Fue después de la Segunda Guerra Mundial cuando el café soluble se extendió a toda la población y se convirtió en un producto más en todos los hogares. Hasta ese momento, solo estaba destinado al ejército, donde siempre buscaban productos ligeros y que se pudiesen envasar de forma individual para poder transportarlos cómodamente.
Cuando terminó la guerra, los propios militares fueron los mejores embajadores de este producto, que pronto llegó a todos los hogares y que, a día de hoy, sigue siendo un imprescindible para muchos.
Si nuestro café soluble listo para tomar te ha parecido interesante, te animamos a echarle un vistazo a nuestro post sobre un menú perfecto para el otoño.