Llevar la comida al trabajo parece una tarea sencilla pero siempre hay que tener en cuenta algunos consejos para que los alimentos mantengan la temperatura y las propiedades. Para ello disponemos de distintos recursos en forma de envases que nos ofrecen gran versatilidad según la estación del año y las necesidades concretas.
Una de las cuestiones que debemos valorar es la temperatura a la que se verá expuesta nuestra comida, especialmente en verano, cuando el menú que llevamos debe estar bien protegido. Para ello son muy recomendables las mochilas o bolsas térmicas. Si hemos mantenido la comida en la nevera y la sacamos por la mañana, estos recipientes nos ayudarán a que mantengan una temperatura correcta hasta el momento de servirla en la mesa.
Si queremos asegurarnos de que la comida esté bien fría, podemos añadir a la mochila o bolsa los recipientes con agua que se pueden congelar. Una vez congelados se colocan dentro de la mochila y mantienen fresco el recipiente durante horas.
Los termos resultan ser otra buena opción para conservar a buena temperatura los alimentos líquidos: caldos, infusiones, café, etc. sin que estos se deterioren o enfríen. En cuanto a termos podemos encontrar tamaños de todo tipo, de la medida de una taza a la de un plato de sopa o más.
Sobre los tuppers de plástico, que resultan prácticos porque pesan poco y no se rompen, recomendamos comprar aquellos que sean de buena calidad para que nuestras comidas estén mejor conservadas. No escatimemos en un objeto que debe contener nuestro alimento a diario. Es interesante contemplar que los tamaños se ajusten bien a la mochila o bolsa que vayamos a utilizar. ¡Se trata de hacer un rompecabezas lo más ajustado posible! ¿Lo quieres intentar?