Negro, con leche, blanco, con almendras… existen multitud de variedades de chocolate y todas igual de irresistibles. Un capricho que despierta pasiones y te pone de buen humor a cualquier hora del día.
Se trata de un alimento tan querido que incluso tiene un día propio. El 13 de septiembre se celebra el Día Internacional del Chocolate y, aunque es un día en el que está permitido darse un buen homenaje, sigue siendo el día de San Valentín la fecha en la que más chocolate se consume en el mundo. La realidad es que se trata de un alimento que enamora igual a niños que a mayores, un placer al que es complicado resistirse, sin importar el día o la hora. Ya sea invierno o verano, lo cierto es que una onza de este dulce tan deseado siempre es una buena idea.
¡Para todos los gustos!
Entre todos los atributos que podemos alabar del chocolate, además de sus beneficios nutricionales, debemos destacar la gran variedad que hay disponible en el mercado. Desde los diferentes grados de pureza hasta el clásico con leche, blanco, con frutos secos o con futas. Pero las chocolateras no han parado de innovar y, además de algunas rarezas ya comunes, como los chocolates con guindilla o sal, podemos encontrar desde tabletas con crujientes hormigas comestibles hasta chocolate con sabor a beicon y queso, a tomate o a wasabi, la versión más asiática.
De igual manera, también son muy variadas las formas de consumirlo. Desde el tradicional trozo con pan, untado, soluble con leche caliente, como ingrediente de miles de dulces y bollos o de algunos platos salados, como la salsa mole mexicana.
Y, si hablamos de precios, ¿sabías que la tableta más cara del mundo supera los 600 euros? Una especialidad gourmet elaborada en Ecuador con las mejores semillas de cacao y siguiendo una receta única que incluye el cómo se debe degustar. Por suerte, en nuestros supermercados, encontramos este placer al alcance de todos los bolsillos. Y es que pocos problemas no se ven de otro color después de tomar un poco de este regalo de los Dioses.
Bueno para ti… ¡y para el medioambiente!
Una onza de chocolate combate la fatiga, tiene acción antioxidante y nos pone de buen humor. Pero estos beneficios no terminan en nosotros, si en el supermercado buscas el sello Rain Forest, fácilmente reconocible por la rana de su logo, estarás colaborando en una iniciativa que protege tanto la labor humana como la naturaleza.
Cada día, la sostenibilidad cobra peso a la hora de que el consumidor se decante por un producto y, gracias a este sello y su alianza con UTZ, estarás segura de que la tableta que tienes en tus manos capacita a los agricultores para que mejoren su productividad, la calidad de sus productos y la eficiencia, cuidando a las personas y al medioambiente. Además del cacao, estos sellos trabajan con productores de café y té, para conseguir que ellos tengan un mejor nivel de vida, elaborando un producto de alta calidad y respetando su entorno.
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