Ésta es una de las grandes dudas de los padres, cómo introducir el consumo de frutas dentro de la dieta de los más pequeños. Aunque sabemos que las frutas son muy beneficiosas para la salud de nuestros hijos, éstos a veces las rechazan, especialmente si son muy pequeños. Tenemos unos pequeños trucos para que los menores acepten estos nuevos sabores con placer.
- El mejor truco es predicar con el ejemplo. Para cualquier cosa que queramos enseñarles a nuestros hijos, lo primero que debemos hacer es hacerlo nosotros. Si no nos han visto nunca comer fruta es casi imposible que ellos las acepten sin rechistar. Por eso lo más aconsejable es hacerlo juntos, como por ejemplo compartiendo una macedonia de frutas en el desayuno o merienda.
- Darles de comer fruta madura. A los pequeños les gustan las cosas dulces, así que una buena táctica para que les empiece a gustar la fruta es darles aquellas que ya están bastante maduras, ya que su sabor dulzón está potenciado.
- Preséntale la fruta de diferente forma. Provoca su curiosidad cortando los alimentos de formas diferentes, buscando colores atrayentes o dibujando caras en el plato con la fruta.
- No le obligues a comer algo que no quieren. Si no les gusta la manzana intenta que prueben la pera o el plátano, pero no insistas con la misma fruta a pesar de su rechazo. Es mejor darle otras opciones y ya posteriormente volver a ofrecerle la fruta rechazada que no centrar nuestra atención en una sola.
- Evita dar premios cuando coman fruta. Si cada vez que comen una pieza de fruta les recompensas con una chuche o chocolate no disfrutaran del momento y no lo comerán por placer, sino que lo usaran para recibir su recompensa. Deja que la recompensa se disfrutar del sabor de la fruta y no les des otros incentivos.