Llega la Navidad y con ella ¡la decoración navideña! Luces, guirnaldas, flores y arbolitos por todas partes. Lo que para nosotros supone motivo de fiesta y alegría para nuestro gato puede ser todo un peligro.
Poner el árbol en Navidad es una tradición. Sin embargo, tener un gato en casa complica mucho las cosas. Y es que el refrán “la curiosidad mató al gato” cobra más vida que nunca en estos casos. Los gatos por naturaleza son curiosos y los árboles naturales o artificiales pueden ser realmente peligrosos: tragarse las puntas o ingerir la resina puede resultar tóxico o causar algún tipo de bloqueo gástrico.
Los ornamentos con los que decoramos nuestro árbol son un llamativo reclamo para nuestro gato, por ello debemos tener cuidado y procurar que sean de tela, de plástico, madera o goma. Si son demasiado delicados, de cristal o aluminio, se pueden romper fácilmente y pueden lastimar a nuestra curiosa mascota. Lo mismo sucede con las luces. Mantén siempre controlado al gato para que no se acerque a las luces, pues se sienten muy atraídos por los destellos, con lo que querrán morderlas y mascar el cable con el peligro de poder sufrir descargas eléctricas y grandes quemaduras en su boca.
De todas formas, lo ideal es observar cual es la actitud del gato para poder actuar en consecuencia, aunque para evitar sustos cualquier precaución es poca. Por eso, te ofrecemos unos cuantos consejos para evitar males mayores:
- Fijar el árbol: lo más habitual es que el felino trepe hasta la copa, y una buena opción es fijar el árbol a una base solida que no permita que éste se caiga.
- Esconde los cables de las luces y si no estás en casa desconéctalas.
- Rociar todo el árbol con un repelente natural de cítricos, así evitarás que se acerquen: una buena idea es poner en un spray algo de citronela en aceite con un poco de agua y esparcirlo por el árbol y adornos. Otra opción es poner cáscaras de naranja.
- No compres flores navideñas: Éstas flores típicas de la Navidad pueden envenenar a tu gato. Tradicionalmente se regala muérdago y flor de Pascua para desear suerte durante el año próximo. Pues bien, si vives con un gato son plantas que no deberías tener en casa. La flor de Pascua produce una sabia lechosa que es irritante para la piel, conjuntiva para la boca, garganta, esófago, estómago e intestinos si es ingerida. Es tóxica para hígado, riñones y ha habido muertes de gatos por la ingesta de las hojas de esta planta. Así que ¡mucho cuidado!
Sea como fuere, los gatos y la Navidad son siempre una combinación insuperable, así que trata de seguir estos consejos para disfrutar de una Feliz Navidad.