Echar una mano a otra persona, con generosidad y sin esperar nada a cambio, además de beneficiar al otro, hará que te sientas más feliz y que tu autoestima aumente. Aquí te lo contamos.
CUANDO LAS PERSONAS AYUDAN A LOS DEMÁS, SE SIENTEN MEJOR, DISPONEN DE MÁS ENERGÍA Y SUS NIVELES DE ESTRÉS SE REDUCEN CONSIDERABLEMENTE
Ayudar con las bolsas a alguien que va muy cargado, hacer la compra a un vecino que se ha roto una pierna, avisar a alguien que se le han caído las llaves por la calle, ceder un asiento en el autobús… Seguro que te has encontrado con situaciones como estas en alguna ocasión y que, después de ayudar a la persona en cuestión, te has sentido en paz por lo reconfortante, ¿verdad? Y es que, según los expertos, echar una mano a los demás de una manera desinteresada no solo beneficia a la persona que recibe la ayuda, sino que nos proporciona un sinfín de beneficios psicológicos. Cabe destacar, además, que este sentimiento no conoce ni fronteras ni razas. Podemos ser solidarios con personas de nuestro entorno más cercano, pero también con desconocidos de la calle o con gente de países lejanos y a los que, seguramente, no vamos a conocer nunca. Por otro lado, la solidaridad tiene algo de contagioso y, cuando vemos que alguien ayuda a los demás, se despierta en nosotros el deseo de hacer lo mismo
LA ENERGÍA QUE SE CREA GRACIAS A LA SOLIDARIDAD FORTALECE LOS VÍNCULOS CON AQUELLAS PERSONAS A LAS QUE AYUDAMOS, NOS HACE SER MÁS SOCIABLES Y POTENCIA NUESTRA EMPATÍA.
TODOS LOS BENEFICIOS DE AYUDAR A LOS DEMÁS
Ya lo comentábamos antes, aportar nuestro granito de arena por una buena causa nos hace sentir bien y más felices. Y es que la energía que se crea gracias a la solidaridad fortalece los vínculos con aquellas personas a las que ayudamos, nos hace ser más sociables y estar más integrados en nuestro entorno. Además, amplía nuestro círculo social y, al ponernos en el lugar de los demás, potencia nuestra empatía. Si practicas la solidaridad, estos son algunos de los principales beneficios de ayudar a los demás.
❍ Recibirás más de lo que das. Es uno de los aspectos más hermosos de la solidaridad. Si dedicas un tiempo a los demás, recibirás mucha gratitud a cambio incluso más de las esperadas. Piensa que, cuanto más cariño des, más amor recibirás y tu corazón se hará cada vez más grande.
❍ Verás la vida de otra manera. Además de contribuir a sentirte bien, la solidaridad te ayudará a ver tu vida desde una perspectiva muy diferente. Te hará una persona más agradecida y valorarás lo que tienes y lo que eres, dejando de lado todo aquello que te provoca desesperanza e infelicidad.
❍ Aumentarás tu autoestima. Saber que eres alguien necesario y que puedes contribuir al bienestar y la felicidad de otra persona te hará sentir útil, bondadoso, generoso y empático. Esto te ayudará a crecer como persona, aumentando la confianza en ti al ver que eres capaz de hacer la vida de los demás mejor. Además, los actos solidarios te permitirán adoptar una actitud activa ante la vida en lugar de ser una mero espectador.
❍ Te sentirás mejor. Está científicamente comprobado que, cuando las personas ayudan a los demás, se sienten mejor, disponen de más energía y sus niveles de estrés se reducen considerablemente. Esto se debe a que el organismo segrega serotonina, la hormona de la felicidad. Además, los pensamientos negativos desaparecerán y un halo de positividad te envolverá. Incluso, según los expertos, se pueden reducir los problemas de sueño, la ansiedad y mejorar el sistema inmunitario
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