En verano es la época perfecta para volver a nuestra segunda residencia. Ya sea en la playa, en la montaña, en el campo o en el pueblo, el buen tiempo invita a disfrutar más de ese espacio durante los fines de semana o las vacaciones. Si es tu caso, toma nota de nuestro manual para poner a punto tu segunda residencia.
Según datos del último estudio de Houzz, plataforma líder en diseño y renovación del hogar, el 24 % de los españoles tienen una segunda residencia. Aunque muchas personas pasan en ella los fines de semana, otras solo van en verano, porque está lejos. Si este es tu caso, es fácil que te encuentres con que haya que hacerle una revisión a fondo para saber en qué estado se encuentra. Tanto si es de tu propiedad como si es la casa familiar o de unos amigos, te ofrecemos unos consejos para acondicionarla y disfrutarla como merece.
Manual para tu segunda residencia
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INSPECCIONA TODA LA CASA
Comprueba si ha habido algún desperfecto o avería, si se han colado insectos, bichos, roedores… Empieza por revisar puertas, ventanas y persianas, asegurándote de que abren y cierran bien.
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VENTILA
Tanto como medida de salud como para quitar ese olor a cerrado o a humedad, especialmente, en las construcciones antiguas. Verifica la instalación eléctrica, que los lavabos traguen, que la cisterna y los grifos no tengan ninguna avería y que funcionen tanto el agua caliente como el aire acondicionado. Revisa también el menaje: toallas, sábanas, manteles… quizá haya que renovar algunos elementos.
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ABRE TU CASA AL EXTERIOR
Con la llegada del buen tiempo, y si dispones de un espacio acorde, no hay nada más agradable que atender a las visitas en el patio, terraza o jardín, por lo que, si es posible, acondiciona ese espacio para que sea el núcleo central de la casa.
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ADAPTA EL ESPACIO A TUS NECESIDADES
Las segundas viviendas suelen ser muy visitadas por amigos y familiares.
Es bueno tener acondicionados espacios extra para huéspedes inesperados, con mobiliario y sistemas móviles o plegables que proporcionan camas adicionales en cuestión de segundos, sin comprometer permanentemente la amplitud de la estancia.
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PROTEGE TU VIVIENDA DEL SOL
Pérgolas, voladizos, lamas, celosías, toldos… hay muchos elementos de protección –y de diversos precios– que arrojan sombra, evitan la radiación solar directa y minimizan el calor en esta época del año
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LIMPIEZA A FONDO
No te olvides de ninguna habitación. Implica en esta tarea a toda la familia y acabaréis en menos tiempo de lo esperado.
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PÍNTALA CON COLORES CLAROS
¿Cuánto hace que no le das una mano de pintura a tu segunda vivienda? Tanto si lo hacéis vosotros como si se lo encargáis a unos profesionales, recuerda que las paredes claras potencian la luminosidad, amplían los espacios y permiten que el mobiliario luzca, aunque no sea nuevo.
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TIRA, RECICLA Y MANTÉN EL ORDEN
La casa de la playa, la montaña o el pueblo de tus abuelos no es un trastero.
Piensa que si un mueble no te gustaba en tu vivienda principal, es más que probable que aquí tampoco tenga su espacio.
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MIMETIZA TU HOGAR CON EL ENTORNO
Si la vivienda se encuentra próxima a la playa, inspírate en el entorno y apuesta por una decoración de temática marinera con tejidos de rayas, conchas, caracolas o jarrones de cristal.
Los complementos de ratán, cestos de fibras y accesorios de bambú son una opción perfecta para las casas que están en pleno contacto con la naturaleza.
Si nuestro manual para poner a punto tu segunda residencia ha sido de tu interés, también te recomendamos nuestro post sobre los trucos de limpiar una casa con mascotas.