Las mermeladas alteza son protagonistas de desayunos y meriendas, han endulzado los paladares desde hace siglos y son imprescindibles en las neveras mejor surtidas. No pueden faltar.
En el siglo XVIII, la dueña de una tienda de alimentación en Escocia hizo de la cocina de aprovechamiento un milagro gastronómico de la historia moderna. En lugar de tirar a la basura un lote de naranjas que se habían puesto demasiado maduras para la venta, decidió experimentar con ellas y ponerlas al fuego con azúcar para descubrir su sabor original. El resultado fue una mermelada que pronto se comenzó a consumir por toda Europa, en un principio hecha solo con cítricos y, después, con más frutas.
Sin embargo, lo que hizo aquella señora de Motherwell no fue tan novedoso: el término “mermelada” proviene del griego antiguo ‘melimelon’. Resulta que, en aquella civilización, ya se cocía el membrillo con miel, lo que daba lugar a un producto bastante parecido al que se consume en la actualidad. Con el paso de los años, las técnicas se fueron refinando y, ya en la Edad Media se había convertido en un producto digno de monarcas y mandatarios. Ahora, no puede faltar en las cocinas, porque es una delicia cotidiana.
Ideas Variadas
La primera imagen que aparece en la mente cuando alguien dice “mermelada” posiblemente sea la de una rebanada de pan con la mermelada extendida por encima. Pero las opciones que ofrece la gastronomía son muy variadas y este producto tiene cabida en muchas más preparaciones.
Te proponemos algunos ejemplos
La gama de mermeladas alteza 0 % azúcares añadidos de la marca alteza solo contiene los azúcares presentes en los productos elaborados con fruta.
❍ Cobertura de la tarta de queso: este es un dulce que está en boga en los últimos tiempos y la mermelada, generalmente de fresa o frutos rojos, es muy habitual.
❍ Como relleno: enriquece otros preparados, como bollitos, brioches o buñuelos de viento, para darles un toque innovador.
❍ Recetas internacionales: un sándwich clásico norteamericano (sale en cientos de películas y series) es el de mantequilla de cacahuete con mermelada. Puede sonar raro, pero es toda una delicia. También es un complemento muy habitual de la clásica panna cotta italiana, otro plato que no se puede dejar de probar.
❍ Galletas: en el interior o como detalle en la parte superior, nunca falla.
¿Sabías que…? Según datos de los especialistas de mercado recogidos en la publicación Aral, en 2018, los sabores de mermelada más consumidos por los españoles eran, en orden de importancia: fresa, melocotón y frutos rojos. Por detrás, se situaban sabores menos generalistas, como naranja-limón y frambuesa. Sin embargo, en Reino Unido, parece que la más consumida es la de naranja, pero, en la vecina Francia, los sabores que más se requieren allí son fresa y albaricoque. El momento del día en el que más mermelada se consume en nuestro país es el desayuno –con las clásicas tostadas de mantequilla y mermelada–, aunque también en la merienda.