El minimalismo es una corriente que se enfoca en simplificar y propone un estilo de vida más sencillo, en el que buscas tener solo aquello que necesitas, amas y te inspira. Para algunos, el minimalismo es simplemente una manera de organizarse, simplificando sus tareas. Para otros, es una actitud, el hábito de cuidar su espacio físico y mental.
El minimalismo surgió a mediados del siglo XX como un movimiento artístico que perseguía simplificar al máximo el objeto de arte. Sin embargo, hoy día, el minimalismo ha traspasado las fronteras del arte y se ha convertido en una corriente de vida que aspira a una mayor sencillez y conexión con nuestro entorno.
Emilio Valcárcel, máster en Ciencias del Comportamiento por la London School of Economics y coach especializado en transiciones personales y profesionales (www.emiliovalcarcel.com), considera que un estilo de vida minimalista puede aportarnos serenidad y mayor calidad de vida. Vivimos rodeados de multitud de objetos y distracciones innecesarias que invaden nuestro espacio físico y mental. Cuando simplificamos y somos capaces de prescindir de lo innecesario, liberamos espacio, tiempo y energía para aquellas cosas que son verdaderamente importantes en nuestra vida. Con unas sencillas pautas, puedes apostar por un modo de vida minimalista que te reporte un mayor bienestar.
Todo el mundo puede poner en práctica el minimalismo, no hay un único modo ni un manual. La idea clave es la simplificación.
Orden y simplicidad en el hogar
Tener un hogar ordenado, donde la simplicidad sea la tónica dominante, te traerá paz y equilibrio. Eso se traduce en tener solo los utensilios que realmente estás usando en tu día a día. Cada cosa que conserves será porque tiene un uso concreto y, por ese cometido, ha de tener un espacio. Además, si eres sistemático y siempre le das el mismo lugar, será más fácil encontrarla. Por ejemplo, la ropa del armario o el menaje del hogar.
Evita la acumulación de objetos
A menudo, compramos y acumulamos cosas como un reflejo de nuestra propia insatisfacción personal. Comprar es una actividad agradable, genera endorfinas y, a corto plazo, nos hace sentir bien. Sin embargo, este consumo superfluo tiene también consecuencias negativas sobre nuestro bienestar, nuestra productividad y también sobre nuestra economía. Cuando reduces las compras y los gastos superfluos, puedes ahorrar e invertir ese remanente, lo que, a largo plazo, puede tener un impacto muy positivo en tus finanzas.
Focalízate en una sola tarea
Pensamos que la productividad consiste en hacer el mayor número de cosas posibles. Pero, en realidad, lo verdaderamente productivo es hacer primero las cosas que de verdad marcan la diferencia y, solo después, las demás: esto es lo que te ayudará a avanzar hacia tus metas.
En el ámbito de la productividad y la gestión del tiempo, puedes limitar las distracciones y los ladrones de tiempo evitando la dispersión y concentrándote en una sola tarea importante cada vez.
Reduce los estímulos
Internet, la televisión y las redes sociales nos bombardean continuamente con información, publicidad y con mensajes que, a menudo, aportan poco o nada a nuestras vidas. El minimalismo digital anima a tomar conciencia de esta situación y reducir esos estímulos para volver a ser dueños de nuestro tiempo y de nuestra atención.
Reevalúa el tiempo que pasas en las redes sociales, date de baja de aquellos blogs que no lees y ordena tu vida digital, organizando de manera productiva tus archivos y eliminando los que ya no uses.
EL MINIMALISMO COMO ESTILO DE VIDA PUEDE TENER UN IMPACTO MUY POSITIVO SOBRE NUESTRAS FINANZAS EVITANDO EL CONSUMO SUPERFLUO Y AUMENTANDO LA CAPACIDAD DE AHORRO.
A menudo, nuestro día está repleto de mil pequeñas tareas y compromisos que nos impiden centrarnos en las cosas importantes de la vida.