Al leer el título de este post much@s os habréis preguntado ¿qué es esta palabra tan rara?. Suena fatal, es cierto, pero a continuación vamos a desvelaros en qué consiste y que tratamientos realizar para paliar esta enfermedad de la piel.
La Pitiriasis Alba es una condición de la piel, más frecuente de lo que nos pensamos. Antes se les solía llamar “empeines”. Suele afectar especialmente a los niños y se manifiesta en sequedad, escamas y palidez en la piel con forma de parches a nivel de la cara y brazos y menos frecuentes en otras partes del cuerpo.
Todavía no se saben con exactitud las causas de este problema cutáneo, pero suele asociarse a la exposición solar, la humedad relativa del aire, la altitud, el viento, el uso de jabones abrasivos, duchas excesivamente largas y la temperatura caliente durante el baño. El cloro de las piscinas, por ejemplo, también puede provocarlas.
Lo que es importante desmentir es que, según dermatólogos, no se trata de una infección por hongos, que era lo que anteriormente se pensaba. Se trata de una forma leve de eczema seco, tan leve que la mayoría de las veces no se inflama, ni pica.
La condición dermatológica que se asocia principalmente con la pitiriasis alba es la dermatitis atópica y la presencia de deficiencias nutricionales, especialmente de vitaminas y bajos niveles de cobre.
De momento, en vista de no identificarse una causa o patrón histológico específico, la pitiriasis alba sigue siendo un enigma hasta en su tratamiento. Las manchas pueden persistir en la piel de nuestros pequeños entre 6 meses y 7 años, pero este curso puede prolongarse en los pacientes atópicos.
Por otro lado, las lesiones pueden ser más visibles en el verano, cuando la piel circundante está bronceada.
Entonces, ¿qué podemos hacer para mitigarla o prevenirla?
- La hidratación es suficiente. Usar una crema que aumente el contenido en agua de la capa cornea (capa de la piel por la que se pierde el agua) y syndets (agentes lavantes, para higiene personal, que se caracterizan por no ser jabonosos). Para ello os recomendamos el Gel de Ducha Piel Atópica de Juliette Crowe. Un gel que hidrata intensamente la epidermis y combate la descamación y las rojeces características. Su fórmula limpia suavemente la piel y gracias a su contenido en hamamelis, la nutre restableciendo su nivel de hidratación natural. Aplicar el gel sobre una esponja o directamente sobre la mano. Extender el producto sobre la piel mojada mediante un suave masaje. Aclarar con abundante agua.
- Aunque suene fatal, cuando nos bañamos no es necesario enjabonar todo el cuerpo, el jabón sólo lo usaremos en las zonas sucias como glúteos, ingles, axilas y pies. El agua nunca muy caliente, solo templada. Si usamos agua muy caliente y jabón desengrasamos e irritamos la piel.
- Lo más importante es hidratar con abundante crema, inmediatamente después de la ducha. Cuando la piel se hidrata la mancha desaparece poco a poco, nunca deja una mancha permanente. En ocasiones podemos usar un corticoide suave, pero siempre bajo la supervisión médica para evitar atrofia cutánea.
- En verano, sobre todo cuando vayamos a la playa o a la piscina, debemos poner de manera reiterada protección solar de alta graduación. Para ello Crowe os ofrece leches y sprays solares para pieles sensibles y muy sensibles especialmente desarrollados para la piel delicada de los más pequeños. Su fórmula mantiene la piel hidratada proporcionando una protección muy alta y eficaz contra las quemaduras solares. Enriquecidas con Vitamina E, actúan protegiendo y cuidando la piel frente a los radicales libres del sol.